MIEMBROS ANTERIORES
Son bien musculosos, delgados, no tienen apariencia pesada. Vistos de
frente son paralelos y de lado se ven verticales; sus huesos son robustos con los pies
rectos dirigidos hacia adelante.
Hombros: Omóplatos largos y oblicuos, íntimamente ligados con la caja torácica.
Angulación ideal de la articulación escápulo-humeral: aproximadamente 100º.
Brazo: Un poco más largo que el omóplato, colocado en forma oblicua, estrechamente
pegado al pecho. Su musculatura es fina.
Codos: Pegados con naturalidad al costado.
Antebrazo: Recto, fuerte, delgado.
Carpo: Fuerte, ancho.
Metacarpo: Relativamente corto; visto de frente se encuentra en la línea perpendicular
del antebrazo, de lado se observa ligeramente inclinado.
Pies anteriores: Redondeados, con dedos compactos, almohadillas duras y ásperas; uñas
fuertes cuyo color depende del color del pelaje.
MIEMBROS POSTERIORES
Poseen una musculatura fuerte y están en
relación equilibrada con los miembros anteriores; vistas de atrás las extremidades
posteriores son verticales y paralelas.
Muslos: Largos y oblicuos, poderosos aunque su musculatura es delgada. La angulación de
la articulación coxo-femoral es de aproximadamente 110º.
Rodillas: Sin desviaciones hacia afuera o hacia adentro.
Angulación de la articulación
fémoro-tibiana: aproximadamente 120º.
Piernas: Relativamente largas, músculos y tendones delgados y visibles bajo la piel.
Metatarso: Bastante corto, colocado en forma vertical y paralela, sin espolones (se
permite su amputación). Angulación de la articulación tibio-tarsiana: aproximadamente
130º.
Pies posteriores: Redondeados, con dedos compactos, almohadillas duras y ásperas; uñas
fuertes cuyo color depende del color del pelaje. |