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La característica principal de
esta raza de origen húngaro, se halla en su capa con pelos que le dan aspecto afelpado y
que forman una especie de cuerdas. |
Su directo antepasado es el Mastín tibetano y su estabilización en tierra magiar, se
debe a las invasiones de pueblos orientales que llevaron consigo perros que, entonces,
eran también empleados para el combate. |
Aunque se trata de una raza muy antigua, su estándar muy preciso y
detallado, fue redactado en 1920, año a partir del cual comenzó a hacer su aparición en
las exposiciones caninas internacionales. Es un perro de gran tamaño cuya alzada a la cruz mínima es de 65 cm. pero que a veces llega a los 80 cm., y su peso de 55 a 60 kg. Su principal característica la constituye una capa completamente blanca que, con el pasar del tiempo, se alarga y se afelpa en apretadas cuerdas que cubren todo el cuerpo. |
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Estas son más largas - de 30 cm. y más de longitud - en el dorso y más cortas sobre el hocico. |
El pelo es duro, con abundante subpelo y cuando el perro es joven, no tiene
aún su aspecto de cuerda y es blanco, de modo que el cachorro se asemeja a
un pequeño oso. |
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En los concursos, no se admite
ninguna mancha de color oscuro y los ojos deben ser bien pigmentados. |
Trufa negra, delineada en ángulo recto. Caña nasal recta. Labios adheridos a los arcos
dentarios, con comisura visible. Hocico romo. |
CUELLO |
Tórax medianamente caído,
redondeado y profundo. Pecho ancho y musculoso. Dorso corto. Ijadas de
mediana longitud. |
El pelo es más largo sobre la parte
posterior del cuerpo (de 20 a 27 cm.), de mediana longitud sobre el dorso, a los costados
y en la región escapular (de 15 a 22 cm.). |